Vive tu Hogar

  • De la mano del boom de solicitudes para retirar los fondos de ahorro de las AFP, en los últimos días ha surgido otro fenómeno: el interés de las personas por cotizar propiedades considerando que el dinero previsional puede servir como un pie para concretar este tipo de inversiones.

    En mi caso personal, las llamadas y solicitudes de visitas aumentaron considerablemente, con foco en viviendas con precio promedio de 2.700 UF y ubicadas en zonas de la Región Metropolitana como Buin y Puente Alto, por nombrar las comunas que han despertado más interés. La plataforma inmobiliaria TocToc midió lo que está ocurriendo y determinó que la cotización online de bienes raíces crecióen un 35%.

    El sitio capitalizarme.com también acusó recibo de lo que está pasando e informó que las preguntas de pequeños inversionistas o los llamados “inversionistas hormiga” han aumentado en un 150%. Se trata de jóvenes entre 30 y 35 años, que tiene posibilidad de retirar entre uno a 3 millones de pesos.

    Más allá de la legítima inquietud por darle un buen uso a los dineros del ahorro previsional y multiplicarlos, es importante que las personas consideren que lo primero es informarse o asesorarse por un experto que sea capaz de orientarlos, pues no cualquier capital es susceptible de servir como pie para la adquisición de una propiedad, especialmente si el monto es bajo.

    Luego de despejada esta duda, el paso siguiente es tomar contacto con un banco para tantear si se es sujeto de crédito y en qué circunstancias o condiciones se puede optar a aquello. Debido al contexto pandemia, muchas de estas instituciones han elevado y endurecidosus exigencias para conceder préstamos hipotecarios, elemento que hay que tener en cuenta.

    En el caso de los corredores de propiedades, como es mi situación, lo aconsejable es ser capaces de responder a los requerimientos de visitas de propiedades aplicando un filtro que permita despejar quiénes de los solicitantes están realmente en condiciones de cerrar una compra. Esto se puede hacer, por ejemplo, preguntando a los interesados si tienen créditos pre-aprobados.

    En resumen, no hay que desesperarse. La compra de un bien raíz es un hito importante, mucho más si luego de esa adquisición se aspira a darle destino de inversión, pensando en un arriendo para amortizar la deuda adquirida.A este ejercicio reflexivo hay que sumar otra acción: conocer el mercado, estudiar cuáles sectores son las mejores zonas para invertir y cuáles de ellas pueden entregar mayor rentabilidad.

    Antes de embarcarse en cualquier tipo de proyecto es necesario pensar en las necesidades mas inmediatas, en aquellas urgencias financieras que requieren ser cubiertas con mayor premura, como es el caso de las deudas. Ya tenemos suficiente con la crisis Covid-19, así que es mejor mantenerse a raya con la fiebre del retiro del 10%.

  • Un buen momento para quienes buscan una propiedad en arriendo y, al mismo tiempo, bastante ingrato para quienes ofrecen una. Son las dos caras del panorama que se está viviendo en este mercado como consecuencia del Coronavirus, el cual recién comienza a dar tregua en materia sanitaria, pero continúa golpeando los bolsillos de los chilenos.

                El impacto en el área inmobiliaria quedó claro a la luz de los resultados de un estudio realizado por Mercado Libre, en base a datos de su sitio Portalinmobiliario. El Informe Trimestral de Viviendas, correspondiente al segundo trimestre de 2020 de la Región Metropolitana, dejó al descubierto que el precio de los arriendos de departamentos anotó su mayor caída en 13 años, registrando un -7%. En el caso de las casas, la disminución fue de -1,9%.

                A nivel de sectores, el Centro de Santiago (-9%) y la zona Sur de la capital(-7,3%), son los lugares más golpeados por el efecto Covid-19, mientras que si de comunas se trata, Estación Central (-10,1%), Pudahuel (-9,7%), San Joaquín (-9,4%), Quinta Normal (-8,9%) y Santiago Centro (-8,8%) son las más afectadas.

                En este panorama de contracción, lo más buscado son los departamentos de dos dormitorios (seguidos muy de cerca por los de uno), con valores de entre $200.000 y $300.000.

                No es de extrañar, entonces, lo que estamos viendo a diario: una mayor cantidad de avisos de renta pegados en muchas ventanas de los edificios. Si hasta hace un año estos representaban el 38,2% del total (superados ampliamente por los de venta), hoy corresponden al 48% de ese universo.

                Este panorama representa una oportunidad y un desafío para quienes nos dedicamos al corretaje de propiedades, en el sentido de sacar a relucir nuestras dotes en materia de mediación. Ubicados al medio de un tira y afloja, en el que por un lado tenemos a dueños complicados porque sus arrendatarios no tienen cómo cumplir con su obligación de pago, y, por el otro, a estos últimos angustiados por incurrir en potenciales retrasos y amenazados por tener que abandonar sus viviendas, los corredores podemos aportar en el acercamiento de posturas.

                Para aproximar estos extremos, se ha puesto muy en boga responder a solicitudes de rebajas transitorias en el valor del arriendo, a las cuales apelan principalmente familias, pues en el caso de quienes viven solos, la salida suele ser el retorno al hogar de los padres, donde pueden cobijarse, en todo sentido, hasta que pase el “chaparrón viral”.

                Como una manera de formalizar este requerimiento, lo más adecuado es pedir documentación para respaldarlo, es decir, un finiquito que acredite el despido o liquidaciones de sueldo que demuestren una baja en las remuneraciones. La invitación, entonces, a quienes están analizando está alternativa es a tener a mano estos papeles y estar dispuestos a entregarlos si les exigen.

                A partir de esto se activa una intermediación en la cual se presenta el caso ante el propietario. La voluntad de una rebaja muchas veces puede existir, pero pasa también que en algunas situaciones los dueños están atados al pago de dividendos por la propiedad que los obligan a exigir ciertos montos de renta, lo que les impide hacer descuentos significativos.

                Todo es conversable, más aún en estos tiempos de incertidumbre, así que el consejo es atreverse a hacer la consulta y buscar modos de llegar a un punto de encuentro, lo que se puede alcanzar con esfuerzos de lado y lado hasta convenir un precio que deje conformes a ambas partes.

  • Que la pandemia no nos paralice. Ese es el desafío que plantea a todos el actual escenario de Covid-19, que en el caso de Chile se ha instalado con fuerza y avanza a paso firmede la mano de una serie de restricciones impuestas por las autoridades para controlar su propagación y lograr hacerle algunas zancadillas.

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